Author: Motorizer
•domingo, enero 10, 2010

IMG_0046_Doctor Y aunque suene a padecer alguna dolencia, lo cierto que no es al matasanos de turno al que nos dirigimos. Es la primera actividad del año 2010, tras varios intentos fallidos por distintas circunstancias. Pero por fin, tras unos dimes y diretes, cambios de fechas, ahora sí, ahora no, fijamos el sábado como el día D, por aprovechar una ventana de tiempo apacible que nos ofrecía la meteorología. Bueno, eso en parte, porque los tres grados bajo cero que nos recibieron donde dejamos el coche indicaba que la cosa no iba a ser fácil.

Las sierras de Gádor, Filabres y Sierra Nevada ya están adornadas de blanco, vestido de lujo invernal.

IMG_9990

IMG_9991

Nos avituallamos como es costumbre en el Montellano, punto de encuentro de Jorge con Jaime y conmigo, que salimos en avanzadilla, ya que el primero tenía que despachar como una bala varios asuntos profesionales.  Salimos los tres en un solo vehículo, con el fin de economizar el transporte. En Fiñana, parada obligatoria para que Jorge se aprovisionara como es debido de un bocadillo digno de ser zampado en plena sierra. No llevaba agua, cosa que luego nos supuso un pequeño problema.

Hacía frío, y preparados para ellos estamos, que se lo digan a Jorge que in extremis se hizo de todo el material necesario para estar “calentico”. El camino hacia nuestra partida se hace un poco largo, agudizado con la aparición temprana de una fina capa de nieve que me hace dudar si pongo las cadenas al coche o no, pero por ahora decido lo segundo, con algo de precaución se puede subir sin problemas.

IMG_9992

Las nortes de la Sierra Nevada almeriense hacen honor al nombre. Un momento crítico es cuando descubrimos que las huellas que aparecen en el carril, y que no son de cabras o zorros, tienen otros dueños, mejor dicho, dueñas, que están apostadas en el carril. Paramos en seco, dudando si las vacas se van a mover o no, y Jorge aprovecha para fotografiarlas (¿antes de que se arrancaran a toparlo como en unos sanfermines serranos?). Claro, al tener el coche detenido, el arranque me pone nervioso porque éste patina, las de los cuernos se nos quedan mirando detenidas y pensamos que en cualquier momento se nos pueden acercar y no precisamente para ayudarnos a empujar. Por suerte, cogemos velocidad suficiente para que el coche siga hacia adelante, ya  no pararemos más hasta llegar al punto de inicio.

Son las diez y media de la mañana, y a pesar del resplandeciente sol, hace una rasca que se congelan hasta las ideas. Nos embutimos en todos nuestros pertrechos para el frío y la nieve, y cogemos el cortafuegos que nos lleva al Refugio del Doctor. Como podemos comprobar, somos los primeros seres humanos que pasan por allí, con lo cual, tenemos el marrón de abrir huella, en una nieve que al principio está helada, y bueno, no hace para ponerse los crampones (que llevamos) y se puede andar, pero que conforme ascendemos, se va haciendo más blanda, y polvo, recién caída del día anterior.

IMG_9998

Jaime va como una moto, cómo se nota la juventud. De vez en cuando echamos las vistas hacia atrás y vemos como hasta donde alcanza la vista es la nieve la protagonista, desde los llanos de la Calahorra, Baza, Filabres, Castril, Cazorla, vamos una maravilla.

IMG_0001

Sin embargo, si miramos al frente, vemos que el Almirez está imponente, y que en las cumbres pega el viento, nos imaginamos que temperatura debe hacer allí arriba, sin  ningún tipo de protección. Jorge se santigua.

IMG_0005

IMG_0006

De  pronto, vemos que tenemos un pequeño problema: Jaime ha olvidado su cantimplora, Jorge confiaba en encontrar un manantial donde estrenar su camelbak, y un servidor llevaba dos litros en la suya. Total, esa cantidad a repartir. Una prueba digna del protagonista de “El último superviviente”. Pero la cosa se complica dramáticamente cuando Jaime intenta darle un primer trago; el tubo está congelado y a modo de una obscena erección, nos desafía y se mofa de nosotros, “chupa chupa que yo te aviso”. Maldecimos en este momento que la temperatura nos haya hecho esta mala jugada. Pero vamos, por ahora no nos vamos a beber nuestra propia orina.

Sedientos, proseguimos, y ahora toca abrir huella, en una nieve igual de blanca que de profunda, donde nos hundimos hasta la rodilla. Jorge es el primero en ir abriéndola, pero lo veo sufrir y decido hacerle el relevo. Me dura poco ese acto de heroísmo épico, así que Jaime toma el mío. Y así vamos turnándonos, hasta que por fin tomamos un descanso en el collado previo a la pista que más o menos llaneando nos llevará al refugio.

IMG_0011

Aún queda un pequeño trecho, pero con la nieve se nos hace eterno. A esto que Jaime se empieza a preocupar por la hora, puesto que a las cinco y media de la tarde trabaja. ¿Nos dará tiempo? me comenta. Yo le animo a que sí. Un último empujón y ya estamos allí, tras una curva, otra  más, y tras ésta, por fin… el último y eterno tramo hasta la meta, con el consuelo de que lo vas viendo.

untitled

Cubierto de nieve, aún tenemos que superar el último escollo. La puerta está medio tapada por la nieve, así que cogemos los piolets comenzamos a limpiarla afanosamente, gastando nuestras últimas energías. Una vez concluido tan titánico esfuerzo, abrimos la puerta y… resulta que se abría para adentro, ¡glups!

untitled2

Hace frío dentro, pero de todas formas entramos, dejamos las mochilas y abrimos las provisiones, nuestro primer objetivo es nutrirnos. Mientras Jaime termina su primer bocadillo, Jorge y yo estamos, desliando el papel de aluminio del suyo el primero y abriendo yo el mío. En un primer vistazo al refugio, podemos observar que distintos visitantes han dejado víveres de fortuna, para emergencias: cereales, café, latas de atún, paté, una bota de “vinagre”, azúcar, y unas bolsas de aceitunas, una de las cuales decidimos apropiarnos, acogiéndonos al código montañero de supervivencia.

IMG_0024

Por algún sitio se cuela el agua, ya que hay charcos dentro del refugio, que hay que salvar con “zamburguesas” puestas estratégicamente. Nos hinchamos de comer de lo que llevamos, compartimos el único líquido elemento potable que disponemos, unos zumos de frutas, puesto que el agua sigue sin descongelarse, y por último, celebramos el tercer cumpleaños de Paloma con las bolsas de Chuches que hemos traído.

IMG_0036

Hay que partir sin demora, tanto por el frío como porque el tiempo nos apremia. Todos los cachivaches que traía para practicar algo de autodetención y progresión en nieve no salen de mi mochila porque no tenemos tiempo material. Sólo para hacer un poco el ganso y tirar millas para abajo.IMG_0041

IMG_0042

IMG_0038

Ahora la huella está abierta, así que el regreso se hace más o menos rápido, y casi sin darnos cuenta ya estamos en el coche, donde rápidamente nos montamos para salir al camino de regreso.

IMG_00512

En definitiva, el día nos acompañó, creo que hicimos bien en no posponerlo para el día siguiente donde la cosa se complicaba, disfrutamos que es de lo que se trataba, y abrimos la veda para este año, que esperemos nos depare buenos momentos.

IMG_0061

This entry was posted on domingo, enero 10, 2010 and is filed under , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.