•lunes, julio 09, 2007

Nos dimos un paseo por los más recónditos lugares del Desierto de Tabernas, a lomos de bicicletas en vez de indómitos caballos. El poblado del Cóndor, desolado y desierto como el lugar donde se ubica presentaba un aspecto fantasmal, y los colores de la tarde nos hicieron disfrutar aún más de su belleza.
0 comentarios: