Author: Fox Mulder
•domingo, marzo 08, 2009
El otro día alguien decía que se sentía como un "mierda tirillas"... ahora mismo, incluso después de un buen baño y curarme las ampollas, me siento como un "mierda tirillas" atropellado por cinco tractores... pero atropellao-atropellao... no de esos atropellos así que te dan de ladillo, noooooo... atropellao de regodearse el neumático ahí sobre tu cuerpo.

Del gracil caminar de primera hora de la mañana hasta estos momentos en los que me encuentro escribiendo este texto he pasado por varias etapas: primero, tras la lesión, ese caminar apretando el culo pensando que cualquier gesto en falso te produce una rotura fibrilar del quince. Más tarde, un caminar mecánico, estilo "robocop": algunas articulaciones han dejado ya de funcionar, y se anda a golpe de riñón. Tras la llegada a meta, los músculos se enfrían, y empiezan a dolerte todas las partes del cuerpo, hasta el pensamiento te duele, y el caminar se transforma en una secuencia de crujidos, quejidos, y pasitos; crujidos, quejidos, y pasitos. Ahora, ya con el pijama puesto, mi bata, y las zapatillas de andar por casa, soy la viva estampa de mi abuelico caminando.

Fue otro madrugón el de hoy para llegar hasta Rodalquilar con antelación para recoger los dorsales. El inicio de la prueba en versión SENDERISTA estaba programado para las ocho en punto de la mañana. Primera edición de este Trail Cabo de Gata-Níjar que consiguió reunir una fauna variopinta de participantes: desde los abueletes que se mantienen en forma, hasta los jovenes expertos competidores en este tipo de carreras. Tras un pequeño "briefing" por parte de la organización comienza la carrera (qué modernos son... pero este tipo de detalles son los que dan caché a la competición... no es lo mismo: "oyeeeeee, venacá-pacá toooooooooos, que os voy a esplicá de que va ésto", que: "A las ocho se celebrará un pequeño 'briefing' y a continuación comenzará la carrera").

Al principio el sendero era muy estrecho, y el avance era lento. Mucha gente para tan poco espacio. Adelantar a un senderista era una secuencia digna de una película de Indiana Jones: dos senderistas, cuatro bastones, uno a cada lado del sendero, Luigui al acecho, intenta pasar por en medio, muy arriesgado... Luigui calcula mentalmente la cadencia de los bastonazos, sus afiladas puntas se lanzan una y otra vez, alternativamente, hacia atrás... respira hondo... ¡ahora! Consigue adelantar a los senderistas pero el impulso provoca que su gorra caiga hacia atrás, los dos bastones se dirigen inexorablemente hacia la gorra, breves destellos en sus extremos dibujan un semicírculo incandescente en el aire, pero en un escorzo digno del famoso arqueólogo agarra la gorra antes de que las puntas la hagan jirones.
Tras unos pocos kilómetros se empieza a abrir espacio entre los senderistas y la cosa se hace más llevadera. Nos empezamos a encontrar a nuestros "alter egos". A los primeros nos los quitamos de encima rápidamente, a los segundos nos cuesta más hacerlo, pero luego no podemos mantenernos delante. La última en resistir su presión fue Olga que cayó rendida a unos 4 kilómetros de la meta.

Empiezan a pasarnos los corredores. El primero que lo hace es un tío con un físico imponente, y lleva un trote bastante fuerte, de cuatro minutos el kilómetro al menos, y al pasar nos dice: "¡Animo, máquinas!"... ¡Ale! ¡Ya estamos tocando las narices! ¿Cómo que "ánimo, máquinas"? ¡Si estamos hechos unas piltrafillas ambulantes! ¿Qué pasa? ¿¡Te estás cachondeando o qué, tío!? ¿Eh? ¿Eh? ¿Eh? Bueno, a esas alturas de carrera, cuando los primeros impulsos neuronales llegaron a mi cerebro con la información del mensaje, mi cerebro sufrió un par de retortijones para analizar el contenido del mensaje y evaluar una respuesta, y envió la respuesta para que fuera articulada por mis cuerdas vocales, el corredor ya estaba a unos 500 metros de nosotros.
A esas alturas fue también cuando Olga sufrió los ataques de risa, no sé si debido a la falta de oxígeno, a que se había fumado algo, o que había esnifado alguna planta extraña, pero no paraba de reir. En esto que llega una parejilla y nos dice que cuando se acerquen corredores nos vayamos al lado de las piedras para que los corredores pasen por el lado "limpio" del sendero, que es una cuestión de cortesía... ¡vamos, vamos! ¡Que estaba yo para "cortesías" con el abductor machacado desde el kilómetro 13! (Ahí estaba yo dándole vueltas todavía a lo del "Animo, máquinas").

En fin, Luigui hace buenas migas con la parejilla, y Olga y yo nos quedamos rezagados. Nos miramos las manos, tenemos los dedos como morcillas, ¿ésto qué es? Cuando pasan los corredores les aplaudo para darles ánimos y mis palmadas suenan como una ristra de chorizos frescos al caer en la plancha. Nos acercamos a la meta, San José está petado de gente aplaudiendo (qué vergüenza), Luigui nos espera para entrar todos juntos en la meta. Nos hacen una foto que esperamos publicar aquí, porque al final se nos olvidó echarnos una juntos a la llegada.
Resumiendo, una carrera bastante dura, ya que es demasiada distancia para lo que estamos acostumbrados, y sobre todo porque tampoco supimos dosificar el esfuerzo. Aún así, sólo 49 de los más de 200 inscritos en modalidad SENDERISTA terminaron antes que nosotros. La parte positiva: el entorno. Ramblas y senderos, con zonas de umbría, un montón de verde por todos sitios, y las primeras flores del año que daban colorido a grandes extensiones de terreno a los lados del camino.
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3 comentarios:

On 9 de marzo de 2009, 15:12 , Anónimo dijo...

Jajajaj, muy bueno. Fer, por si te sirve de consuelo, esta mañana cuando he ido a ponerme el vaquero, tenía que levantarme las piernas con las manos y para meterlas en el coche, idem de lo mismo. Espero que os recuperéis pronto.

 
On 10 de marzo de 2009, 13:16 , Motorizer dijo...

Había que hacerlo y se hizo. Una ruta muy bonita, que ya he tomado nota para poder hacerla en bicicleta también.
No olvidemos también los puestos de avituallamiento, y cómo estaban los pastelitos del primero, aunque luego mi dieta se centró únicamente en plátanos e isotónica.

El año que viene otra vez y a bajar marca :-)

 
On 11 de marzo de 2009, 13:05 , Anónimo dijo...

Hola Fox: Muy divertida y detallada tu redacción del "calvario" que supuso para mi este trail. El trail fué un verdadero ejemplo de organización y elección de recoridos, con un paisaje que dificilmente olvidaran mis ojos y mi memoria. El año que viene nos vemos de nuevo.

Por cierto soy el de la "parejilla", saludos para Luis